domingo, 18 de diciembre de 2011

-

Sólo hospedo en este aire mi abandono, para que me dé vida,
como una tzangapilla, insolente de color y perfume por 7 días, una vez profanada.
“Ciego viracocha”, que vociferaste tu verdad íntima cual cortejo de sol en invierno;
me aterra esta velocidad con la que mi condición omni-adaptativa,
ya no opera ni altera mi antropocentrismo modificado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario