martes, 15 de marzo de 2011

Antropofagia


o hipertrofia..


Ahora estoy mas que segura que fue síntoma de que aún existia una terquedad emocional que no se afanaba en disolverse; y se ufanaba ante mí a través de una mueca amistosa y tonta; símbolo de la ausencia del resentimiento? Mmm… quizás; para variar algo mas que atenuo mis inseguridades. La verdad se evidencia cuando el pasado que creías sepultado a mil pies debajo de ti, se reencarna en el presente y se refriega en tu rostro, como una puta que menea su culo; eternos episodios que se metamorfosean en esa figura corpórea con la que muchas veces consumaste tu calentura antes, durante y después de una pseudo convivencia producto de algo más que impulsos eléctricos. Sólo queda reminiscencias de lo que pudo ser, de ese engendro llamado futuro.

Un futuro producto de un pasado y presente donde existe una constante: el engaño recíproco, eterna analogía de “religión: muerte; amor: soledad”; con esto no me opongo a la tesis de Frabetti, quien segura que el amor es siempre infantil y regresivo. Y que la solución tal vez se encuentre en la erradicación de la familia, esa que siempre genera problemas insolubles por mas paradójico que suene; mientras que la otra opción seria la aceptación de una relación basada sólo en afecto físico que quizás desemboque en la amistad, o vice versa; sería lo más atinado acaso?...

Hace poco fue la celebración mundial del “principio de la enajenación”- o día del amor y de la amistad- me refiero a la pasión amorosa, esa que es sensorial y táctil, que acarrea conductas de posesión y apetencia; diferente al sentimiento del amor, donde palabras como responsabilidad y la función de la personalidad entran en juego.
Hubo un tiempo en que entré a un proceso degenerativo; donde no encontraba una mejoría sino una peoria y encontraba excitante regodearme con el fango, he hice una promesa inconsciente del rol que tomaría; el guion que interpretaría esa vez, ahora pienso, qué mas daba si igual me convertiría en una antropófaga mas; de lo que estoy segura ahora es que nadie vale tanto y es insano invertir tanto en alguien, pero a veces uno es débil y se deja.