viernes, 29 de octubre de 2010

Te vomito


Encarnación en flema espesa, oscura y maloliente
con dolor y nudo en la garganta,
con el esfuerzo del asco
te devuelvo tu abandono.

sábado, 25 de septiembre de 2010


...Para mi no funcionó
mis recuerdos fueron vómitos cristalizados en tu memoria
mis migrañas fueron engendradas en tu presencia
aun así
reventé los granos de tu espalda
y terminé infectándome de tu pus
tus heridas cicatrizaron
y las mías empezaron a abrirse
mientras miraba tu espalda
que se alejaba los domingos por la noche.

jueves, 29 de abril de 2010


Trozos yacen en el colchón
Bailan al compás del aullido del resorte esqueleto
Mientras
Hilvanas el ideograma del recuerdo percibido
Que
No monologa más
Solo mira y espera al no personaje.

jueves, 21 de enero de 2010

Dear C


La atracción por la belleza disfuncional de David Cronenberg es inevitable; sus filmes inquietantes, como Parásitos mortales o Rabia, inmersas dentro del género del horror, por otro lado Naked Lunch o Crash, que coquetean con fronteras escabrosas y deambulan entre la realidad y la alucinación; es así que Cronenberg nos refriega en el rostro lo que las grandes masas considerarían una legaña en el ojo: la enfermedad, la perdida de la identidad, las alteraciones de nuestra biología, además de la satisfacción de nuestros deseos más sucios.
Parásitos mortales, siendo particularmente desagradable o asqueante por la aparición de repulsivas criaturas que salen del estómago o de la boca u otras partes del cuerpo, tienden a la propagación por obra del ser humano. The naked luch por su parte, nos coloca al “otro lado” de lo real, lo probable y lo verosímil; no es la crónica de un yonqui, el tema es el delirio, la dimensión infecciosa de la alucinación de Cronenberg no es un asunto de lentes deformantes; la película es una adaptación de un libro del maestro Borroughs, la relación de ambas es la misma que tiene Lee con su máquina de escribir, la mutación del libro infilmable. Finalmente, en Crash extraños placeres; el espectador es perturbado constantemente con una agitación mecánica o una excitación sexual, esto es un choque automovilístico o un coito; Cronenberg nos presenta al placer que esta atado con un cinturón de seguridad indestructible a los carros. Es así que todas las secuencias provocan la misma conclusión pesimista, los últimos sobrevivientes quedan heridos al pie de un carro humeante.

domingo, 10 de enero de 2010

[buts]


Cuántas grietas más,
el variable peso sobre el pavimento
soportarás
Cuántas grietas más,
el invariable tiempo
permitirá
Cuántas grietas más,
la fricción de articulación
dejará
Cuántas grietas más ,
engendrará
Un paso más.

sábado, 2 de enero de 2010

-hybris-


Si tan solo morir fuera tan fácil como nacer. El mundo estaría deshabitado y no existiría segundas ni infinitas oportunidades. El promedio de vida no ascendería al de treinta años. Y tendría un problema menos. Todo empezó cuando me pregunté, si había cambiado; o realmente era así. Más de un sentimiento invadió, se apodero y carcomió mi poder de decisión, de racionalizar hasta lo que uno conoce y desracionalizar lo que se desconoce. Todo porque caí en un hoyo, donde me escupieron, vomitaron, mearon y defecaron. Había tanta mierda que casi me ahogo, tengo que aceptar que la mía se encontraba allí también. Y eso me hizo más jodido el ascenso. Tuve que desanudarme; reclamar mi autonomía y egoísmo. Me dolió como a la gran puta que pario a su primer hijo y lo mató; como cuando chibolos con buzos escolares venden caramelos un lunes por la tarde en la avenida Abancay; y sabes que diez céntimos, no hará la diferencia; como cuando sabes que cada día que te levantas te alejas más de la felicidad. Y solamente te queda meterte unas pepas para dormir y simular el cómodo colchón uterino que alguna vez uno tuvo; de donde a costa de dolor ajeno te parieron. Para al día siguiente, jugar a teclear y desear que todo sea tan fácil como presionar “esc”.